Debo reconocer que este es uno de mis desayunos favoritos. Además de estar delicioso, es una combinación bastante equilibrada entre proteína, hidratos de carbono y un buen puñado de fibra.
A mi personalmente, me gusta acompañarlo de alguna mermelada que no lleve azúcares añadidos o una pequeña cucharadita de miel.
En todo caso, podéis jugar con la imaginación y crear vuestra propia versión saludable 😊.
Los ingredientes que necesitáis son los siguientes (2 personas):
1- Un vaso de harina integral (espelta, avena, trigo, etc), en mi caso y tal como se observa en la fotografía me gusta ponerle un poco de salvado de avena para añadir más fibra y hacerlas más saciantes. Además, he puesto dos tipos de harina, de avena y de trigo, ambas integrales.
2- Un vaso de leche de la misma medida. Podéis usar cualquier bebida vegetal y si sois de los que os cuesta llegar a la siguiente comida, utilizad leche entera. En este caso, he puesto leche desnatada y sin lactosa.
3- Un huevo entero y una clara.
4- Un sobre de gasificante o una cucharadita de levadura.
Elaboración:
Mezclamos todos los ingredientes en un tarro grande que nos permita batir con energía. Así nos ahorraremos tener que ensuciar batidora y demás utensilios, y en un plis-plas tendremos nuestra masa preparada.
Llegados a este punto, con la sartén caliente y con apenas unas gotas de aceite para que no se nos peguen, echaremos más o menos masa según el tamaño que deseemos, teniendo en cuenta que esta receta es perfecta para dos personas, tal y como se ve en la foto, han salido 4 tortitas. En cuanto esté haciendo burbujitas (como se ve en la segunda fotografía) podréis darle la vuelta y en apenas 1 minuto estará lista.
Como os decía, estaremos tomando un desayuno de lo más completo y más aún si les sumáis un poco de fruta y un café o infusión.
Espero que os guste esta receta y que la disfrutéis tanto como yo!